El 17 de agosto se celebra mundialmente del Día del Peatón, declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemorando el primer incidente de tráfico que cobrara la vida de una joven en Londres, Inglaterra.
La seguridad de un peatón al transitar por el espacio público debe ser prioridad de cualquier ciudad y ésta se encuentra respaldada por diferentes políticas como nuestra Carta Magna que desde octubre de 2020 integra el derecho a una movilidad segura.
Y es que el y la Peatón es el usuario más vulnerable a la hora de moverse, puesto que lo hace sin ninguna protección y utilizando únicamente la energía de la fuerza motriz de la persona a diferencia de los otros modos con los que comparte el espacio y en los que se hace uso de algún vehículo auto motor.
Un peatón, de acuerdo con la Carta Mexicana de los Derechos del Peatón, es el andante del espacio público urbano, pudiendo ser mujer u hombre, niñas o niños, adultos mayores, personas con discapacidad, y en general, todas las personas sin importar su género, raza, etnia, orientación sexual u otra condición, que transite sin obstáculos por el espacio público.
En esta Carta se establece que los peatones tenemos derecho a: Cruzar la calle con calma y seguridad, una ciudad hecha a mi medida, servicio de transporte público adecuado, centros urbanos organizados, convivir en el espacio público, jugar en la calle, mobiliario adecuado, banquetas amplias, un ambiente sano y a disfrutar del espacio, caminar con calma por la calle.
Es así que autoridades y organizaciones civiles e instituciones educativas, siendo el caso de la Unidad de Bienestar Universitario de la Universidad Autónoma de Sinaloa encabezada por la MC. Sofia Angulo de Madueña y el MC. Homar Medina, Coordinador de Extensión de la Cultura UAS se suman para promover una movilidad eficiente, moderna, segura y accesible.
El objetivo es prevenir accidentes viales y fomentar una movilidad eficiente, segura, moderna y accesible a través de una jornada de trabajo donde se realizarán diferentes actividades para humanizar a los ciudadanos, dignificar la condición de las calles y de las banquetas, para que los peatones y las personas con discapacidad, incluso las niñas y los niños, puedan moverse con facilidad y sin miedo.